Hemos cambiado las largas caminatas por el coche. Los trabajos físicos por el teletrabajo. Y eso provoca secuelas en nuestros cuerpos doloridos. Pasamos largas horas sentados y lo que realmente necesitamos los fines de semana es descansar.
Es urgente ralentizar, pero la vida corre más rápido que nosotros. Entonces es cuando tu propio cuerpo decide el límite. ¡Hasta aquí!, grita sin previo aviso frenando tu ritmo.